ESPECIALIZACIÓN INFORMÁTICA EDUCATIVA

martes, 15 de febrero de 2011

CRÍTICA DE CINE

A continuación les presento una crítica de cine, que recibí del grupo de cinefilos Cinéfagos;la película "Hierbas Salvajes" de origen francés "Les Herbes Folles".
Es importante centrar la atención sobre aquellos aspectos formales de la crítica, como por ejemplo: la manera en que introduce la película, la organización de opiniones y descripciones, la recreación de los personajes y los ambientes, las criticas y opiniones acerca del cineasta y las conclusiones respecto del tema.

Las hierbas salvajes, de Alain Resnais
Un cine rebelde y estimulante
Por Oswaldo Osorio

Esta es la peor época para la cartelera de cine, una cartelera que ya de por sí es siempre raquítica. Y es la peor por la cercanía de los premios Oscar, porque los exhibidores “amarran” las películas para luego estrenarlas aprovechando la publicidad que dan los galardones.
Además, por esta misma razón, el cine que puebla la cartelera es el nominado y premiado por la Academia. Y esto significa que, aunque pueden haber algunas buenas películas, en general es el cine más convencional que existe: temas populares o políticamente correctos, exhibicionismo actoral, tramas y tratamiento complacientes con el público, etc.
En este contexto, una película del director Alain Resnais realmente es una hierba salvaje que se deja ver por entre una grieta del concreto siempre pulido y uniforme de nuestra cartelera. A sus 88 años, este director francés aún mantiene el espíritu con el que contribuyó a forjar ese movimiento de ruptura en el cine que fuera la Nueva Ola Francesa. Fue uno de los más transgresores con las convenciones del séptimo arte y de la narrativa clásica, y a juzgar por esta película, aún lo sigue siendo.
Por eso este filme, que habla sobre el encuentro y muy particular relación entre una pareja mayor, se sale de todas las lógicas que rigen a las películas que recalan en cartelera habitual y del cine que gana premios Oscar. Su narrativa se antoja inusual y la construcción y proceder de sus personajes sorprende y hasta desconcierta.
El relato de esta cinta juega con diversos recursos y procedimientos: la voz propia de cada personaje y la de un narrador, la sobreposición de imágenes en el plano para referirse al pasado o a la imaginación, los saltos en el orden de la narración, la inclusión de acciones aparentemente innecesarias, etc. Esto hace que el espectador, en lugar de estar absorbido por una sucesión de acciones, como suele suceder con casi todas las películas, permanentemente se pregunte por qué ocurren las cosas y se dé cabida al asombro por los inusitados giros y recursos narrativos.
Igual sucede con los personajes. El realismo sicológico que normalmente los rige en el cine de todos los días, aquí desaparece casi por completo. Ya los personajes no siempre se mueven como consecuencia de unas motivaciones sólidas y lógicas, presentadas por la trama, sino que se da paso a un proceder en el que las emociones y sentimientos surgen casi por capricho, lo cual puede llegar a desconcertar, pero también resulta divertido o sorpresivo.
El caso es que esta historia entre la odontóloga-piloto y el jubilado de oscuro pasado, en su aparente inconsistencia emocional e inesperados giros afectivos, está construida para mantener al espectador siempre activo, casi a la defensiva, por la aparente falta de lógica (la lógica habitual) de lo que pasa y por la expectativa sobre la dirección que va a tomar todo aquello.
No es un cine fácil, por supuesto. Con tanto Hollywood que comemos estamos más enseñados a una dieta de fácil digestión, al cine con una narración envolvente y universos creados a partir de la lógica causa-efecto. No obstante, una película como esta puede ser más inquietante y estimulante, porque tiene mayor capacidad de confrontar y producir perplejidad, para bien o para mal, eso dependerá de cada espectador.
Publicado el 6 de febrero de 2011 en el periódico El Colombiano de Medellín.
FICHA TÉCNICA
Título original: Les herbes folles
Dirección: Alain Resnais
Guión: Alex Reval y Laurent Herbiet
Fotografía: Eric Gautier
Música: Mark Snow
Reparto: André Dussollier, Sabine Azéma, Emmanuelle Devos, Mathieu Amalric, Anne Consigny y Michel Vulliremoz.
Francia – 2010 - 103 min.

domingo, 13 de febrero de 2011

Walt Whitman, Canto a mí mismo

Reseña biográfica

Desde niño leyó con avidez los clásicos, interesándose muy especialmente en Goethe, Hegel y Emerson, quienes se convirtieron luego en su fuente de inspiración. Abandonó los estudios básicos para emplearse como ayudante de imprenta y más tarde ofició como maestro y periodista, escribiendo artículos para diversas revistas y periódicos.
En 1850 se trasladó a New Orleans para trabajar en el campo de la construcción. Cinco años más tarde, tras un gran esfuerzo económico, publicó su famosa obra "Hojas de hierba", alabada en todos los medios literarios y reeditada un sinnúmero de veces.
Durante la Guerra Civil norteamericana sirvió como ayudante de enfermería. Al terminar el conflicto continuó añadiendo poemas para las nuevas ediciones de su obra y escribiendo ensayos de contenido político.
Aquejado por varias enfermedades, se estableció en New Jersey donde falleció en marzo de 1892.


De "Canto a mí mismo":
1. Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.
Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza
desenfrenada.