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miércoles, 28 de septiembre de 2011

ORIGEN Y EVOLUACIÓN DEL CASTELLANO GRADO 9

ORIGEN DEL CASTELLANO
Una lengua nace a partir de la lenta evolución mediante desviación, corrupción, y cambios fonéticos de una expresión originaria. Tras varias generaciones, los viejos hábitos lingüísticos ceden en una localización determinada a unos nuevos, los cuales se generalizan y difunden convirtiéndose en una norma más general y homogénea. Estos rasgos diferenciadores se estabilizan y se plasman en el lenguaje escrito, convirtiendo un dialecto en una nueva lengua.
Es difícil precisar el momento exacto del nacimiento de una lengua cualquiera. Tenemos la seguridad de que cuando aparecen los primeros escritos en esa lengua, esta, ya ha nacido y se habla entre las gentes de una zona desde varios siglos atrás.
Un espíritu de identidad y libertad existía en esas gentes procedentes de diversidades climáticas, étnicas y lingüísticas en una tierra encrucijada de razas, caminos y fronteras.
Como dice César Hernández "... durante esos primeros siglos, fueron colonizando tierras hacia el sur, en una constante alternativa entre la defensa contra los musulmanes y la obsesión de ganarles terreno por medio de la conquista y la repoblación. En ese medio y ambiente hostiles se fue forjando un pueblo innovador, rebelde y rudo. Difícil es pensar que en aquella Castilla hubiera magnates ni grandes señores, ni en ella se conciben poderosos monasterios."
Unas especiales condiciones se dieron durante el siglo VIII en los nuevos territorios conquistados en la naciente Castilla; Alfonso I, llevó a esta zona gentes procedentes de la meseta que habían sido romanizadas en alto grado siglos atrás, las cuales se juntaron incluso en mestizaje con las ya existentes, apenas romanizadas y que por lo tanto conservaban en parte sus costumbres y lenguas de tiempos anteriores a los de la conquista romana, especialmente, cántabros y vascones.
Se da por lo tanto una situación de bilingüismo, con lo que los hábitos fonéticos de unos se verán importantemente influenciados por otros. Fue así en esa primera Castilla, donde comenzó la deformación del romance hispanogodo, que más o menos se hablaba en toda la península de una forma homogénea. Esta lengua romance, hablada por esas gentes cántabras y vasconas, con sus peculiaridades lingüísticas y fonéticas irán deformando y desviando la norma y poco a poco convirtiéndola en un nuevo dialecto. Esta lengua naciente, ira evolucionando de una forma interna y única, ayudada además por una situación de aislamiento debida a la dificultad de comunicación orográfica y a las malas relaciones con el mundo hispanogodo de León.
Las ganas de separación e independencia de este pueblo naciente, hará que se sientan orgullosos de estas diferencias con su habla y será bandera distintiva.
Como escribe el insigne lingüista Cesar Hernández: "Y así debió nacer el castellano, como un conjunto de deformaciones vulgares provocadas en un ambiente de situación bilingüe, con clara intención de manifestar su personalidad propia frente a otras normas habladas. Su germen, pues, debió ser ese romance hispanovisigótico, y sus impulsores los factores señalados, es decir, los varios hábitos lingüísticos, la deformación, la vulgarización y la conciencia positiva de unos hablantes respecto a su manera de hablar."
V.- PLASMACIÓN ESCRITA DEL CASTELLANO.
A pesar de que las gentes castellanas hablaran su lengua desde tiempos que no podemos asegurar con exactitud, está claro, que la plasmación escrita de esa nueva norma escrita, no se dio hasta siglos después. La cultura estaba en aquellos tiempos en los monasterios y es evidente, que los documentos allí escritos, lo eran en aún en la lengua madre, es decir, en latín, ya fuera este más o menos culto.
Evidente es que debieron circular documentos con grafías ya propias de la nueva lengua de una forma no oficial, es decir, en documentos no de monasterios, como pudieron ser pequeños escritos de los juglares, como cantares de gesta y poemas de tipo heroico. Las primeras letras escritas que se conservan en la actualidad, son las llamadas Glosas Emilianenses y Silenses, que son documentos procedentes de los monasterios de San Millán de la Cogolla (monasterio riojano cercano a la provincia de Burgos) y del monasterio de Santo Domingo de Silos, en el alfoz de Lara, Burgos. Estas glosas no son mas que pequeños comentarios en lengua castellana a fragmentos de textos latinos.
VI.- CRECIEMIENTO Y EXPANSIÓN DEL CASTELLANO.
Toda lengua, necesita de préstamos lingüísticos para seguir creciendo y hacerse más eficaz. El Camino de Santiago, a su paso por Burgos, era un foco importantísimo de cultura proveniente de Europa, así, también nuestra lengua castellana se vio enriquecida por este influjo cultural, fueron varios los galicismos y provenzalismos que tomamos prestados. La influencia árabe también se dejó sentir en diversos campos, como en topónimos, antropónimos, términos militares, de agricultura, comercio, vestimenta...
El castellano poco a poco se iba extendiendo a lo largo de las tierras reconquistadas y también hacia otros reinos ya cristianos. "La potencia política y el nivel cultural de Castilla fue lo suficientemente fuerte para que los reinos vecinos aceptasen paulatinamente su modo de hablar, por conveniencias y necesidad. El castellano no se impuso 'a golpe de espada', sino que fue asumido y aceptado por su prestigio y porque era el soporte de un poder superior."

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