ESPECIALIZACIÓN INFORMÁTICA EDUCATIVA

lunes, 26 de enero de 2015

ESCRITURA Y ARGUMENTACIÓN,GRADO 11

Qué necesitan mujeres y hombres en el amor y el sexo

Te presentamos algunas de las diferencias que suelen existir en la manera cómo hombres y mujeres perciben el amor y la sexualidad, reconociendo que cada hombre y mujer son únicos, por ello, ninguno de los siguientes comentarios es presentado como una verdad definitiva sino como una guía u orientación:

Las mujeres necesitan ser comprendidas en sus sentimientos, los hombres necesitan ser reconocidos por sus acciones

En una relación romántica, la mujer necesita sentirse amada, deseada, escuchada y comprendida. Requiere una pareja sensible y atenta a sus necesidades, sentimientos, deseos y proyectos. Necesita a alguien que mantenga su palabra, que sea confiable y que le inspire seguridad y estabilidad. Además, necesita sentir admiración y respeto hacia su pareja. Sin estos ingredientes, es muy poco probable que sienta la confianza y el deseo de entregarse a su pareja emocional y físicamente, es decir, en cuerpo y alma.
Por su parte, el hombre necesita sentir que lo necesitan. Necesita que valoren y aprecien su ayuda y sus gestos de amor, por más pequeños que sean. Es importante que su pareja lo reconozca por sus logros y atenciones. También necesita ser aceptado tal como es, con sus características personales, gustos y aficiones, sin sentir que tiene que cambiar para ser querido. Necesita ser admirado y respetado por lo que es, y tener a su lado una pareja que lo inspire a ser y dar lo mejor de si mismo. Sólo así sentirá una real conexión emocional con ella y el deseo de mantener una relación comprometida.

Las obvias diferencias anatómicas entre mujeres y hombres son importantes

La estructura y funcionamiento del aparato sexual masculino y femenino son muy distintos. La estructura del hombre consta básicamente del pene y los testículos. La estructura femenina tiene más componentes y pliegues: clítoris, vagina, labios mayores y menores, monte de Venus, etc. Los genitales del hombre son externos. Los de la mujer son internos y externos. Adicionalmente, los senos desempeñan un importante papel en la respuesta sexual femenina, que – al igual que los genitales – producen excitación sexual cuando son acariciados.
La respuesta sexual masculina tiende a ser más directa y sencilla de lograr, por ello, la sola estimulación en el pene puede ser suficiente para que un hombre (sano) alcance el orgasmo. En cambio, la respuesta sexual en una mujer es más compleja, ya que depende de la interrelación entre todos sus componentes, por lo que el estímulo en uno solo de sus órganos sexuales no suele ser suficiente. Para aumentar la complejidad, el orden en que son acariciados cada parte de los genitales varía el grado de excitación sexual femenina, y no siempre resulta efectivo usar la misma secuencia.

Las mujeres necesitan ser acariciadas en todo el cuerpo, los hombres suelen quedar satisfechos con la penetración

La mujer necesita ser acariciada en todo su cuerpo, en particular sus zonas erógenas, para tener una experiencia sexual satisfactoria. Para la gran mayoría de las mujeres, el logro de un orgasmo, en ausencia de una estimulación atenta y amorosa de todo el cuerpo, puede volverse una experiencia árida, carente de conexión emocional, vacía e inclusive desagradable. Una mujer necesita de caricias sensuales antes, durante y después del coito, que le hagan sentirse deseada y adorada por su pareja.
El hombre por su parte, siente la necesidad y la urgencia por penetrar y eyacular. Este solo hecho es suficiente para que se sienta satisfecho tras la relación sexual. Es parte de su naturaleza masculina que busca expresarse de manera activa y voluntariosa. Para que la pareja logre entendimiento durante el encuentro sexual, ambos tienen que comprender las necesidades y limitaciones del otro. La mujer necesita además aprender a conectarse con la energía de su propio deseo sexual para anhelar la penetración, así como le sucede al hombre. Él, por su parte, necesita aprender a experimentar la sensualidad en toda la extensión de su cuerpo, más allá de los genitales, y disfrutar también de cada momento del encuentro sexual, sin convertir al orgasmo en la única meta a lograr.

Las mujeres necesitan estimulación antes durante y después del coito para alcanzar el orgasmo, los hombres suelen lograr el orgasmo durante la penetración

La mujer promedio no suele alcanzar el orgasmo de manera habitual durante la penetración, es decir, sólo con el estímulo del pene en su vagina. Necesita además que su clítoris sea estimulado de manera simultánea a la penetración. Este es un hecho que han confirmado sexólogos e investigadores como Helen S. Kaplan, Alfred Kinsey, Shere Hite y Masters y Johnson. El hombre promedio, en cambio, suele alcanzar el orgasmo durante la penetración, a menos que sufra de alguna dificultad sexual como laeyaculación precoz o la disfunción eréctil.
Es frecuente que algunas mujeres experimenten su orgasmo antes o después de la penetración. Esto generalmente se logra mediante otro tipo de estimulación, como la oral o manual, en zonas como el clítoris o los senos, o una combinación de ambas a la vez. Por este motivo, todas las etapas del encuentro sexual son igualmente relevantes para una mujer y no solamente el momento del coito (sexo con penetración). Cuando una mujer recibe de su pareja unas caricias previas de escasos minutos, sólo con la intención de “calentarla” para penetrar, puede sentirse profundamente decepcionada, molesta y herida. Esto es especialmente cierto, si en la vida cotidiana, su pareja no la toca, abraza ni besa, sino sólo cuando van a tener relaciones sexuales.
La mujer también necesita que su pareja esté presente para ella después del coito, ya sea por medio de caricias o palabras suaves. Cualquier gesto, por sencillo que sea, si es dado con intención amorosa, será apreciado. Algunas mujeres necesitan hablar después del sexo, ya que sienten que se ha creado un espacio de gran intimidad y confianza con su pareja. El hombre, en cambio, tiende a sentir cansancio, producto de la gran descarga de energía que ocurre durante la eyaculación. Su necesidad de descansar en silencio o dormir es completamente real y es necesario que la mujer entienda esto. Si eres hombre, la recomendación es que acaricies suavemente a tu pareja, le susurres palabras tiernas o duerman por un rato abrazados. Así fortalecerás tu relación y ella estará mucho más dispuesta a tomar la iniciativa, entregarse y disfrutar en sus próximos encuentros. La comunicación oportuna sobre los deseos y necesidades de cada uno es también un ingrediente fundamental en una relación de pareja comprometida y apasionada.

Introducción
La investigación del tema sobre la liberación sexual femenina
del actual siglo XXI en el mundo y en especial en la ciudad
de Buenos Aires, nace de un cuestionamiento que tuvimos
las integrantes del grupo acerca de si los comportamientos
tanto masculinos como femeninos realmente cambiaron con
el pasar de los siglos, qué tan drástica es la diferencia entre
10 años atrás con la que vivimos actualmente.
Nos preguntamos si es cierto que en la primera década del
siglo XXI, la mujer latinoamericana puede decidir plena y satisfactoriamente
que consiguió su libertad y sus derechos humanos
con respecto al sexo y la reproducción.
En efecto, siendo todas las integrantes de este grupo del
sexo femenino, sentimos que es un tema que nos compete,
además siendo todas de países diferentes de Latinoamérica
y en especial exteriores a Argentina es que nos enfocamos
en la ciudad de Buenos Aires, ya que consideramos como la
gran metrópoli del territorio latino.
Factores que influenciaron la liberación sexual femenina
Muchos textos coinciden afirmando que la mujer siempre se
ha visto discriminada y marginada socialmente a lo largo de
la historia. La liberación sexual femenina no es un acontecimiento
reciente, sino que se dio desde comienzo de la historia
y tuvo su inicio en los países más desarrollados debido a
los cambios políticos y sociales que sucedieron allí.
El primer congreso femenino internacional que se realizó en
Buenos Aires en 1910 acudieron mujeres de toda América
Latina y Europa. Allí se discutieron los distintos temas sociales
en donde la mujer no tenía participación alguna. Dicho
congreso tenía como fin unificar a todas las mujeres, “limar
las asperezas nacidas de firmes convicciones culturales”,
identificar los motivos de la opresión femenina y dar fuerza
a que cada una volviera a su país para seguir con este movimiento.
La mentalidad femenina comenzó a cambiar a inicio de la década
de 1920, en donde se dio un cambio: la mujer sumisa
ama de casa fue adoptando un estilo más masculino, usando
ropa más sencilla para trabajar. Algunas se cortaron el pelo,
fumaban, usaban pantalones, practicaban deportes varoniles,
conducían automóviles y viajaban con independencia.
Otro factor importante en la historia de la liberación femenina
fue la lucha por la emancipación y liberación femenina, que
nació de la coincidencia de esta situación de inferioridad y
aspiró a derribar las barreras que hacían de la mujer un ser
social y personalmente inferior al hombre.
El texto La sexualidad femenina de Freud (1931) es el primero
en tratar este tema abiertamente y en consecuencia el
concepto de sexualidad en el siglo XX se plantea como una
actividad total del ser humano que conduce al placer.
Esta liberación femenina nace en Inglaterra con un grupo de
mujeres que tuvo la audacia de protestar en contra de la discriminación
de la mujer en cuanto al sufragio; exigiendo el
voto femenino para elegir a los gobernantes. Este movimiento
pasó rápidamente a los Estados Unidos y fueron llamados
“sufragistas”.
Los años 60 se consideran como una etapa muy revolucionaria,
en donde surge la rebelión hippie y con esta la ideología
de la liberación sexual y la libertad en el amor. Los grupos
feministas a “examinar su propia situación a la luz de sus
valores y las prácticas de mujeres de otras culturas que compartían
los mismos problemas”. De este modo las feministas
adoptaron otra postura frente a determinados problemas.
En la década del 70, la difusión del uso de la píldora anticonceptiva
supuso para las mujeres una auténtica revolución
sexual, porque las liberó de posibles embarazos no deseados,
separando la reproducción de la sexualidad y haciendo
posible poder planificar su propia vida, adoptando un nuevo
papel en la sociedad.
A través de un estudio de la sexualidad femenina llamado Informe
Hite (1970) se intentó sacar del anonimato a esta temática.
Se demostró la des-valorización de la satisfacción sexual
femenina en las prácticas sexuales además de disfunciones
sexuales femeninas que se reducían al ámbito de la medicina.
Como último factor principal tenemos el surgimiento de la
epidemia del VIH que tornó urgente la investigación sobre los
escenarios sociales en los cuales se manifiesta la sexualidad.
La liberación sexual femenina en la última década
La mujer ha sido convocada fuera de los cánones del pasado
en los cuales ha sido educada. Ha puesto en juego su ser femenino
y su deseo en relación a la sexualidad y al poder gozar
y disfrutar de ella sin los tabúes ni prejuicios pertenecientes a
nuestras madres y abuelas.
Desde el punto de vista de la “mujer de hoy” para la cual la
satisfacción sexual se inscribe como una higiene necesaria,
como correr o el físico-culturismo, la liberación sexual ha concernido
principalmente a las mujeres.
En la actualidad las mujeres tienden a cubrir varios roles en
los cuales suelen quedarse sin espacios para sí mismas. De
hecho, las publicidades que podemos apreciar estos últimos
años, intentan mostrarnos una mujer que es capaz de ocuparse
de si misma y de su imagen.
Las mujeres de modo colectivo y masivo, devienen conscientes
de su situación. Han aparecido en los últimos años algunas
líderes feministas cuyas teorías constituyen una visión
del problema de la mujer.
Según Kate Millet (1997), líder feminista en EEUU, afirma:
El sexo es un estatus con implicaciones políticas, si se considera
el término política como una relación de poderes estructurados,
en las que unas personas son controladas por
otras. Este estatus hace que la agresividad, la inteligencia,
la fuerza y la eficacia, se consideren atributos del hombre;
mientras que la pasividad, la ignorancia, la docilidad y la ineficacia,
son atributos de la mujer. Esto se complementa
con una diferenciación de los papeles que comportan una
conducta y una actitud distintas por cada sexo, reservándose
a la mujer lo exclusivamente biológico, mientras que al
hombre se le reserva toda la actividad distinta y claramente
propia del género humano. (Pág. 75)
Comportamiento sexual femenino a inicios del siglo XX
hasta la actualidad
En nuestros días, la manifestación de la sexualidad ocupa
un lugar importante dentro de la vida cotidiana. El cuidado
por desarrollarla en forma libre y plena se hace cada vez más
evidente y necesario en la civilización moderna. La liberación
sexual de la mujer tan proclamada en los años 60, se
ha hecho cada vez más notoria, la participación activa de las
mujeres en temas sexuales se da cada vez de manera más
abierta. Esto se puede comprobar en los diferentes programas
televisivos. Por ejemplo, la conocida serie Sex and the
City –propiedad de la influyente cadena televisiva HBO– que
propone este esquema de libertad sexual en la mujer. Dicha
serie presenta a un grupo de cuatro amigas y las distintas re
laciones y enredos que ellas mantienen con distintos sujetos,
vale mencionar que se hace uso de la sexualidad bastante
desinhibida, siendo esta desinhibición la que ha causado polémicas,
sumado al éxito de la misma.
Del mismo modo, se puede mencionar el programa de la
sexóloga Alessandra Rampolla, el cual ayuda a la pareja y en
especial a la mujer a comprender su cuerpo, tener nuevas
experiencias, y consultar cualquier inquietud sexual.
Influencia en las relaciones de la pareja
Cada vez son más los hombres que se solidarizan con sus
mujeres ayudándolas en los quehaceres domésticos, tal vez
porque, “liberando a la mujer, se liberan a sí mismos”. De
igual manera, las mujeres buscan hoy la independencia del
hombre, su propia identidad distinta a la de él. Esto no implica
la destrucción ni debilitación de las relaciones hombre-mujer,
sino el fortalecimiento al convertirlas en algo real, existente
por sí mismo, sin ninguna motivación material, de seguridad
o económica. (Salvat, S. Pág. 138)
La liberación sexual de la mujer le ha otorgado su independencia
y capacidad para decidir por sí misma o junto con su
pareja sobre muchos aspectos de su vida, como por ejemplo,
cuándo tener hijos. Es por ello que las píldoras anticonceptivas
parecen ser la madre de la revolución sexual y, debido a
la difusión de los métodos anticonceptivos seguros, la mujer
adquiere un total control sobre su sexualidad y su fecundidad,
lo cual constituye una mutación extraordinaria en la historia
de la humanidad. Ese nuevo poder de decisión, reivindica una
libertad que antes solo se podía permitir al hombre, independientemente
de la moral.
Se puede resaltar que en la actualidad se ha abierto una brecha
tan grande entre ambos sexos, que el hombre puede llegar
a sentir amenazada su masculinidad, muchas veces se
siente inseguro porque como la mujer ha asumido un papel
más activo, ahora una de las preocupaciones principales del
hombre es ser verdaderamente competentes en la intimidad.
Consecuencias de la liberación sexual femenina en el comportamiento
del sexo masculino
A partir de las respuestas que nos dieron las personas entrevistadas
podemos decir que la mayoría de los hombres se
sienten muy intimidados con el tema de la liberación sexual
ya que las mujeres son más abiertas y los hombres están
con miedo constante de que le sean infiel; ya que ahora la
mayoría de las mujeres trabajan y no necesitan depender de
ellos. La mujer cada vez está más segura de sí misma y de
salir adelante y a la vez es más exigente a la hora de elegir
a su compañero. Hoy en día se da una competencia contrastante
entre el hombre y la mujer, ya sea en el trabajo o cómo
criar a sus hijos. Pero por otro lado, también en la actualidad
es más fácil para ambos sexos aceptar cómo está cambiando
la forma de pensar de las personas, aunque todavía existan
muchos hombres machistas y mujeres feministas.
Conclusiones del trabajo
A través del estudio realizado llegamos a la conclusión de que
si bien la mujer ha tenido una evolución en cuanto al desarrollo
del papel femenino frente a la sociedad, a la vez se ha
creado un comportamiento a consecuencia de este en el cual
la mujer anhela en cierta manera volver a tiempos pasados y
desarrollar sólo las actividades que fueron planteadas desde
los inicios, es decir el papel de ama de casa.
La liberación sexual femenina ha tenido un cambio radical
desde inicios de la década. Hoy en día muchas mujeres jóvenes
de la generación actual en Latinoamérica no se preocupan
por decir y hablar sobre sus experiencias sexuales y no
sienten que el hecho de tener más de una pareja con quien
compartir intimidad sea algo que las defina como promiscuas.
Sin embargo, hay todavía un sector conservador en la sociedad
latinoamericana en la que las familias no aceptan aun el
cambio tan radical de costumbres.
Consideramos que el papel de la mujer se ha hecho mas difícil,
teniendo así que cumplir un trabajo de tiempo completo
tanto en la oficina como en casa, si es que no se quiere
descuidar a los hijos. Lo cierto es que se está iniciando una
igualdad, actualmente existen hombres que no ven como un
papel denigrante el hecho de ser ellos los que se queden en
casa y mujeres a las que no les molesta solamente sustentar
económicamente a la familia.
Analizando las encuestas que se realizaron a hombres vemos
que hay una aceptación de que la liberación sexual femenina
sí les intimida, dado que ver a una mujer inteligente, emprendedora
y sobre todo independiente les molesta y asusta. Son
pocos a los que esto les parece atractivo, dado que el pensamiento
de la generación pasada les inculcó que la mujer es
el sexo débil y ellos los protectores de la familia y el hogar.
Bibliografía
Cruzado, A. y Ortiz, A. 2008. Feminismos e interculturalidad. Sevilla:
ArCibel Editores, S.L.
Foucault, M. y Guinazút, U. 2005. Historia de la sexualidad 1 - La voluntad
de saber . Madrid: Siglo XXI editores, s.a.
Jaques, André. 1994. La sexualidad Femenina ¿Qué es? México: Publicaciones


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